Meditación para Conectar con tu Niño/a Interior y Sanar Heridas de Infancia

Esta meditación te brinda la oportunidad de conectar con heridas de tu infancia, liberar sentimientos de dolor, tristeza, inseguridad, soledad, entre otros más y sanar a nivel emocional.

Al final, te sentirás más conectado contigo, en paz y con una gran sensación de amor propio y valoración personal.

Durante  esta meditación, permítete conectar profundamente con tus emociones y evita involucrar ideas e historias. Solo deja que las emociones fluyan sin juzgarlas.

Video de Meditación para Conectar con tu Niña Interior

Video de Meditación para Conectar con tu Niño Interior

Instrucciones de Meditación para Conectar con tu Niño/a Interior

Durante  esta meditación, permítete conectar profundamente con tus emociones y evita involucrar ideas e historias. 

Solo deja que las emociones fluyan sin juzgarlas.

Cierra los ojos y empieza a respirar profunda y suavemente. 

Inhala y siente cómo tu cuerpo se llena de oxígeno. 

Con cada exhalación siente cómo tu cuerpo se va relajando.

Ahora vas a tomar un elevador para empezar a bajar desde el piso 10 hasta el 1.

Vas sintiendo como todo tu cuerpo se relaja, tu cabeza, tu cuello, tu pecho, tus brazos, tu abdomen, tu cadera, tus piernas, tus pies…

Piso 9….te sientes más y más relajado(a)

Sigues bajando….piso 8, piso 7

Te sientes muy relajado(a)

Sigues bajando…piso 6, piso 5

Te sientes profundamente relajado(a)

Piso 4, 3, 2

Sientes mucha paz y tranquilidad

Llegas al piso 1.

Cuando se abre la puerta del elevador, puedes ver la casa donde vivías cuando eras niño(a).

Si viviste en más de una casa, elige una.  Déjate guiar por tu interior.

Entra por la puerta y recorre el espacio, el pasillo, la sala, la cocina. 

Ahora ve hacia un lugar donde pasabas mucho tiempo, tu habitación, tu cama, algún rincón especial.

Imagina qué estás ahí entrando y te encuentras contigo mismo(a), con el  niño o la niña que tú eras.

Tomate unos instantes para mirarlo(a) y saludarlo(a). 

Permítete sentir cualquier emoción que el encuentro te haga sentir, 

Pregúntale: ¿eres feliz?, si no, pregúntale, ¿qué te hace infeliz?, ¿qué es lo que te hace falta o necesitas?

Puede ser algo con los papás, no me hacen caso, pelean mucho, se enojan conmigo, mamá grita, no hay dinero…….. 

Escucha tranquilamente todo lo que te tiene que decir. 

Conecta con lo que está sintiendo el niño o la niña en ese momento y permítete sentirlo en tu corazón.  

Deja que las emociones fluyan y si te dan ganas de llorar o gritar, hazlo.

Ahora, tú como adulto(a), vas a abrazar al niño o la niña, lo(la) vas a traer al presente y le vas a decir que eso ya no está pasando y ya no va a pasar más.  

Le dices que tu vas a ser su compañero(a) y que vas a estar siempre a su lado.

Dile: te quiero asi como eres, está bien ser así tal como tu eres, nunca tendrás que hacer nada para ganarte mi cariño, 

Siempre te voy a escuchar, no hay nada que no podamos hacer junto(a)s. 

¿Qué le hubiera gustado escuchar a ese(a) niño(a)?

Dile todo lo que quieras decirle…te amo, te cuido, te protejo, te escucho, te respeto….

Ahora qué has traído a ese(a) niño(a) al presente, a tu mundo, están junto(a)s, están integrado(a)s.

Agradece todo lo que tienes ahora, tus aprendizajes y experiencias que puedes compartir con ese(a) niño(a). 

Permítete sentir, llorar, liberar y sanar cualquier emoción que este momento te haga sentir. 

Cuando estés listo(a) puedes abrir lentamente los ojos. 

Puedes quedarte unos minutos más en paz y tranquilidad simplemente respirando y sintiendo cualquier sensación o sentimiento de tu interior. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *